Cuando el dolor de tobillo dura 6 semanas o más, se lo considera crónico: el primer estudio por imágenes más adecuado es una radiografía. Los rayos X brindan información general acerca de anormalidades en los huesos y tejidos. Por lo general, es casi siempre el único examen por imágenes necesario para el tobillo.
En las personas que tienen artritis en el tobillo y que tienen dolor que requiere de tratamiento, podría ser adecuada determinar cuál de las articulaciones en el tobillo es la que está causando el dolor. La TAC o la RMN sin contraste son adecuadas para identificar la articulación que está causando el dolor. Por lo general, también es adecuado utilizar imágenes para guiar una aguja que inyecte un anestésico en el área dolorida para ayudar a confirmar la causa.
Algunas condiciones crónicas del tobillo no pueden ser observadas en las radiografías. Cuando se sospecha la presencia de estas condiciones, la RMN sin contraste intravenoso es adecuada. La artrografía por TAC o RMN también podrían ser adecuadas, en cuyo caso se inyecta una tinta de radiografía antes de realizar la prueba. Estas condiciones incluyen:
- Lesión osteocondral: una lesión que afecta el talus (un hueso de soporte que se encuentran en el tobillo) y el cartílago circundante. La TAC y la RMN podrían ser adecuadas.
- Anormalidad del tendón: inflamación el tendón, comúnmente conocida como tendonitis. El ultrasonido o la RMN podrían ser adecuadas.
- Inestabilidad del tobillo: el desgaste residual en los ligamentos hace que el tobillo sea inestable. El ultrasonido o la RMN podrían ser adecuadas.
- Síndrome del pinzamiento del tobillo: el sobreuso y los micro desgarros del tendón causan dolor y limitan el rango de movimiento del tobillo. La RMN, la TAC, o el ultrasonido podrían ser adecuados.
- No existe un trastorno sospechoso obvio: la RMN, la TAC, el ultrasonido, o las inyecciones de anestésicos locales guiadas por imágenes podrían ser adecuadas.