El sistema auditivo es responsable de la audición y el equilibrio. Traduce las ondas de sonido en señales que el cerebro recibe y procesa. La pérdida auditiva y el vértigo (la sensación de que los alrededores están dando vueltas) son síntomas que pueden indicar la presencia de enfermedades en estas estructuras auditivas.
La pérdida auditiva conductiva (PAC) ocurre cuando las ondas sonoras no llegan adecuadamente al cerebro debido a lesiones en el oído que frenan las ondas antes de que lleguen a los nervios que conducen las señales auditivas. La TC del hueso temporal sin contraste es adecuada cuando se sospecha la presencia de PAC. La TC también muestra los diminutos huesos de la cavidad del oído medio que vibran para transmitir y amplificar las ondas de sonido.
La pérdida auditiva neurosensorial (PAN) ocurre cuando las señales auditivas no llegan adecuadamente al cerebro debido a lesiones en las estructuras responsables de la trasmisión y recepción de las señales auditivas. La RMN con y/o sin contraste es adecuada para diagnosticar la pérdida auditiva debida a problemas con la PAN. La TC y la RMN, que a veces se usan juntas, son adecuadas cuando se sospecha que existe una combinación de PAC y PAN.
La RMN es adecuada para el vértigo que no se va (persistente). Para el vértigo que va y viene (episódico) es adecuada la TC.
La TC y la RMN se utilizan generalmente juntas para brindar una vista completa del canal auditivo entero y de las células nerviosas asociadas, para hacer el planeamiento pre-quirúrgico y para diagnosticar casos complicados de pérdida auditiva. Los mismos incluyen casos de sordera total, el planeamiento quirúrgico para una masa presente en el oído interno, y el planeamiento para el implante quirúrgico de aparatos auditivos (implante coclear).