Fallo renal

El fallo renal (riñones) se presenta cuando uno o ambos riñones no funcionan bien. El fallo renal agudo se manifiesta repentinamente y puede ser temporal o puede progresar hasta llegar a ser un fallo crónico. El fallo renal crónico es persistente y puede ir empeorando de a poco con el tiempo. Por lo general, se debe evitar el uso de contraste en caso de fallo renal, a menos que sea necesario desde el punto de vista médico.

Para lesiones de riñón agudas, generalmente es adecuado el ultrasonido retroperitoneal de los riñones (el ultrasonido utiliza ondas sonoras para ver los riñones). Podría se adecuado ordenar los siguientes exámenes: ultrasonido Doppler retroperitoneal de los riñones (que usa ondas sonoras para ver el flujo sanguíneo hacia y desde los riñones), TC abdominal y pélvica sin contraste, renograma MAG3, angiografía por RMN de abdomen (RMN de las arterias) sin contraste, RMN de abdomen pélvica sin contraste, o RMN de abdomen sin contraste.

Para la enfermedad crónica de los riñones, generalmente es adecuado el ultrasonido retroperitoneal de los riñones. También puede ser adecuada la TC abdominal y pélvica. También pueden ser adecuadas la angiografía por RMN sin contraste, la RMN abdominal sin contraste, o el ultrasonido Doppler retroperitoneal de los riñones.

Si los doctores no están seguros de cuando empezó el fallo renal, generalmente es adecuado el ultrasonido retroperitoneal de los riñones. También puede ser adecuada la TC abdominal y pélvica sin contraste. También pueden ser adecuadas la angiografía abdominal por RMN sin contraste, la RMN abdominal y pélvica sin contraste, o la RMN abdominal sin contraste.

El ultrasonido retroperitoneal de los riñones es generalmente el estudio  por imágenes adecuado para la vejiga neurogénica (la vejiga podría no estar funcionando correctamente debido a una lesión o enfermedad). Los estudios que podrían ser adecuados incluyen la TC abdominal y pélvica sin contraste, el renograma DMSA (que produce imágenes detalladas de los riñones), o la RMN abdominal y pélvica sin contraste.

— Por Sandra V. Kotsis, MPH y Orit A. Glenn, MD. Esta información apareció originalmente en el Journal of the American College of Radiology.