La enfermedad pulmonar obstructiva crónica o COPD se refiere a la enfermedad respiratoria (pulmones) que obstruye las vías respiratorias en los pulmones y causa problemas respiratorios. La bronquitis crónica (inflamación de las vías respiratorias o tubos bronquiales) y el enfisema (daño del revestimiento de los sacos de aire en los pulmones) forman, generalmente, parte de esta condición.
Su doctor podría realizar pruebas de función de los pulmones (pulmonar), también denominada espirometría, o análisis de gases en sangre arterial para ayudar a diagnosticar esta condición. Para medir la extensión de su enfermedad se podrían utilizar la radiografía de tórax o la TAC de tórax. Aunque no existe cura para la EPOC, su doctor podría recomendar cambios en el estilo de vida, terapias, medicamentos y/o cirugía para ayudar a aliviar los síntomas.
¿En qué consiste la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC o COPD, por sus siglas en inglés) se refiere a las enfermedades pulmonares que obstruyen el flujo de aire desde los pulmones y causan dificultades para respirar. La bronquitis crónica y el enfisema forman, por lo general, parte de esta condición.
La bronquitis crónica es la inflamación de las vías aéreas o tubos bronquiales. Esta inflamación puede causar angostamiento y exceso de mucosidad, bloqueando el flujo de aire. Usted puede desarrollar una tos de larga data que se produce con el fin de eliminar el moco de las vías respiratorias. Para que la bronquitis pueda ser considerada crónica, usted debe tener una tos que dure por lo menos tres meses por año, durante un período de dos años.
El enfisema se produce cuando el revestimiento de los sacos de aire se ha dañado y se forman agujeros en los pulmones. Una vez que el aire queda atrapado en estos agujeros, los pulmones aumentan lentamente de tamaño y pierden su elasticidad. Esto hace que sea más difícil respirar debido a que los pulmones no pueden exhalar completamente.
Los síntomas de la COPD pueden incluyen:
- Falta de aliento, especialmente durante la actividad físic
- Tos crónica, generalmente con exceso de moco
- Infecciones respiratorias recurrentes
- Sibilancia
- Sensación de presión en el pecho
- Cianosis, o una coloración azulada en los labios y en el lecho de la uña
- Falta de energía
- Pérdida de peso sin intención
Existen muchos factores que contribuyen al desarrollo de la COPD. La causa principal es el consumo de cigarrillos. Otros factores son:
- El humo de cigarrillo de segunda mano
- La contaminación del air
- La exposición a humos químicos y polvos nocivos o en el trabajo
En raros casos, los no fumadores o los niños pueden desarrollar COPD como resultado de la deficiencia en alfa-1 antitripsina (A1AD). La A1AD es un trastorno genético causado por niveles anormalmente bajos de una proteína llamada alfa-1 antitripsina. Estos pacientes desarrollan enfisema en la base de los pulmones.
¿Forma en que se diagnostica y evalúa la COPD?
Su médico de atención primaria comenzará por analizar su historial médico y preguntarle sobre los síntomas. También será sometido a un examen físico.
Si su médico sospecha que usted padece de COPD, se pueden realizar los siguientes exámenes:
- Espirometría: este examen de la función pulmonar consiste en el uso de una máquina llamada espirómetro que mide la cantidad de aire que usted es capaz de movilizar cuando respira profundamente y exhala, y la rapidez con la que puede hacerlo.
- Análisis de gases en la sangre arterial: este examen mide la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono presentes en su sangre. Un alto porcentaje de dióxido de carbono en la sangre puede ser una señal del mal funcionamiento de los pulmones causado por la COPD.
Su médico también puede ordenar los siguientes exámenes de diagnóstico por imágenes:
- Rayos X del tórax: este examen puede ayudar a confirmar el diagnóstico de la COPD, produciendo imágenes de los pulmones que permiten evaluar los síntomas de falta de aliento o tos crónica. A pesar de que una radiografía de tórax podría no revelar la presencia de COPD hasta que sea grave, las imágenes pueden mostrar agrandamiento de los pulmones, bolsas de aire (vesículas) o un diafragma aplanado. También se puede utilizar una radiografía de tórax para determinar si otra condición podría estar causando síntomas similares a los de la COPD. Consulte la Página de seguridad para más información sobre rayos X.
- Exploración por tomografía computarizada (TC) del tórax: este examen puede realizarse para ayudar a confirmar el diagnóstico de la COPD o para determinar si la enfermedad ha empeorado. Combina un equipo especial de rayos X con computadoras sofisticadas para producir múltiples imágenes o fotografías del interior de los pulmones. Las imágenes por TAC pueden identificar mejor el enfisema, y en una fase más temprana que con los rayos X del tórax. También pueden identificar otros cambios de la COPD, tales como arterias agrandadas en los pulmones. La TC se utiliza a veces para medir el grado de extensión del enfisema en los pulmones. También puede ayudar a determinar si los síntomas son el resultado de otra enfermedad del pecho. Consulte la Página de seguridad para más información sobre TC.
¿Cómo se trata la COPD?
Si bien no existe una cura para la COPD, su médico puede recomendar una o varias de las siguientes opciones para ayudar a aliviar los síntomas:
- Cambios en el estilo de vida: dejar de fumar para siempre y aumentar la actividad física.
- Terapias: la terapia de Oxígeno implica el uso de un dispositivo que aporta más oxígeno a los pulmones. La rehabilitación pulmonar es un programa que utiliza asesoramiento, consejos acerca de la dieta y actividades físicas para ayudarlo a manejar mejor su COPD.
- Medicamentos: en un intento por tratar los síntomas de COPD, se podrían prescribir esteroides, inhaladores y antibióticos.
- Cirugía: en casos graves, cuando los síntomas no han mejorado con los medicamentos o terapias no invasivas, podría ser necesario realizar una cirugía mayor, como un trasplante de pulmón o una cirugía de reducción del volumen pulmonar.