Cáncer de ovario
El cáncer de ovario se origina en el ovario, uno de los dos órganos reproductores de la mujer. Generalmente no causa síntomas obvios, de manera que no se lo puede detectar hasta que está avanzado. Los síntomas incluyen dolor o presión abdominal o pélvica, hinchazón, náuseas, fatiga persistente, urgencia con frecuencia urinaria, y sangrado vaginal anormal.
Su médico probablemente le hará un examen pélvico y utilizará análisis de sangre para evaluar su condición. Si sus síntomas sugieren la presencia de cáncer de ovario, se podría realizar un ultrasonido pélvico, una TC abdominal y pélvica, una laparotomía exploratoria, o una laparoscopia para descartar la posibilidad de que haya cáncer. Si se detecta cáncer, su médico podría utilizar la TC, la RMN, la PET/TC, o radiografías del tracto GI inferior para determinar la extensión y tamaño del tumor, y se ha diseminado no. El tratamiento depende de si el cáncer está circunscripto al ovario o si se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Las opciones incluyen cirugía, quimioterapia y radioterapia.
¿En qué consiste el cáncer de ovario?
El cáncer de ovario se origina en el ovario, uno de los dos órganos reproductivos femeninos situados en la pelvis, a cada lado del útero. Los óvulos o huevos se forman en los ovarios.
La mayoría de los casos de cáncer de ovario se presentan en mujeres mayores de 55 años de edad. La edad avanzada y los antecedentes familiares de cáncer de ovario son los factores de riesgo más importantes. Las mujeres que nunca han estado embarazadas también presentan un riesgo más elevado. Las mujeres con una mutación en los genes BRCA 1 or BRCA 2 presentan un riesgo más elevado de cáncer de ovario (además del riesgo más elevado de cáncer de mama).
En sus primeras etapas, el cáncer de ovario generalmente no presenta síntomas evidentes. Por lo tanto, el cáncer de ovario generalmente no es detectado hasta que se esté desarrollado hasta una etapa avanzada. A medida que el cáncer crece, los síntomas pueden incluir:
- presión o dolor en el abdomen o la pelvis
- inflamación o hinchazón abdominal
- náuseas, indigestión, gases, estreñimiento, o diarrea
- fatiga persistente
- urgencia o frecuencia urinaria
- sangrado vaginal inusual, como períodos abundantes o sangrado después de la menopausia
¿Cómo se diagnostica y evalúa el cáncer de ovario?
Su médico de cabecera comenzará por preguntarle acerca de su historia médica y los síntomas. También se le hará a un examen físico que incluye un examen pélvico. Con frecuencia se realiza un exámen denominado CA-125.
Si usted tiene algún síntoma que sugiere la presencia de cáncer de ovario, se le podrían realizar los siguientes exámenes:
- El ultrasonido pélvico: utiliza ondas sonoras para producir imágenes de las estructuras y órganos de la pelvis, y puede ayudar a identificar los cánceres uterinos o del ovario. En el ultrasonido transvaginal se inserta una sonda dentro de la vagina para obtener una mejor vista del útero y los ovarios.
- La TAC abdominal y pélvica: toma imágenes de toda la cavidad abdominal, y se utiliza para ayudar a diagnosticar la causa del dolor pélvico o abdominal y para detectar el cáncer de ovario. Generalmente se utiliza una inyección de un material de contraste, como así también un contraste oral, para aumentar durante el examen la visibilidad de los ganglios linfáticos y de otros tejidos.
- La laparotomía exploratoria requiere de una incisión en la pared abdominal, realizada por un cirujano, para examinar los órganos del abdomen y la pelvis en busca de indicios sobre la presencia de cáncer. Si se encuentra un cáncer, esta cirugía generalmente incluye una extirpación de los ovarios, el útero y la mayor cantidad posible de tejido tumoral del abdomen.
- La laparoscopia se lleva a cabo utilizando un tubo delgado e iluminado llamado laparoscopio que se inserta a través de una pequeña incisión en el abdomen, para verificar si hay indicios de la presencia de cáncer.
Si se detecta la presencia de cáncer, los estudios por imágenes son generalmente útiles para determinar la extensión del tumor en el abdomen, y si el cáncer se ha diseminado. Para ayudar a determinar el estadio de la enfermedad se pueden realizar los siguientes estudios por imágenes:
- La TC del cuerpo: (si no se ha hecho previamente) toma una serie de imágenes detalladas de su pelvis, abdomen o pecho. Se puede utilizar una inyección de material de contraste, como así también un contraste oral, para mejorar la visibilidad de los ganglios linfáticos y otros tejidos
- Aunque es menos común, la RMN del cuerpo se puede utilizar para producir imágenes detalladas del útero, los ganglios linfáticos, y otros tejidos en el abdomen y la pelvis. durante el examen. Una exploración por TC puede detectar el cáncer en los ganglios linfáticos, los pulmones, o en cualquier otro lugar. También se puede utilizar una inyección de material de contraste para aumentar la visibilidad de los ganglios linfáticos y otros tejidos durante el examen. Consulte la página de Seguridad para obtener más información acerca de materiales de contraste.
- La PET/CT es un examen de diagnóstico por imágenes de medicina nuclear que emplea una cantidad pequeña de material radiactivo para ayudar a determinar la extensión o el tratamiento de una variedad de enfermedades, incluyendo el cáncer. Las exploraciones por PET se pueden superponer con la TC o la RMN para producir vistas especiales que pueden conducir a diagnósticos más exactos y precisos. La PET/CT se puede utilizar para evaluar la respuesta del cáncer de ovario a terapias tales como la quimioterapia.
- La radiografía del tracto gastrointestinal inferior (GI) es un examen de rayos X del intestino grueso (colon). El tracto gastrointestinal inferior se llena de bario usando un tubo flexible que se inserta por el recto para una mejor visualización de la posible diseminación del cáncer en el tracto digestivo.
¿Cómo se trata el cáncer de ovario?
El tratamiento depende de si el cáncer está circunscripto al ovario o de si se ha diseminado a los tejidos cercanos, o a otras partes del abdomen o del cuerpo. Las opciones de tratamiento más comunes incluyen:
- La ooforectomía extirpación quirúrgica de uno o ambos ovarios. Las mujeres que tienen un solo ovario aún pueden quedar embarazadas, pero el embarazo no es posible si se han removido ambos ovarios. Si se extraen ambos, los ovarios y las trompas de falopio, se llama salpingooforectomía bilateral. La ooforectomía se puede usar en pacientes con cáncer de ovario muy circunscripto, que involucra sólo un ovario y que no se ha diseminado fuera de su cápsula. Durante la cirugía se evalúan los ganglios linfáticos y otros tejidos abdominales, y se toman muestras de biopsia para corroborar que el tumor esté limitado al ovario.
- La histerectomía (extirpación quirúrgica del útero y el cuello del útero, o cérvix) y la extirpación de otro tumor que se podría haber diseminado fuera del ovario, se lleva a cabo en el caso de cáncer de ovario más avanzado. Una vez que se extrae el útero, la mujer ya no puede quedar embarazada.
- La quimioterapia, o medicamentos que destruyen las células cancerosas, se utiliza luego de la cirugía, generalmente en casos de cáncer de ovario más avanzado. En los pacientes con cáncer de ovario que no se puede extirpar quirúrgicamente, se administra la quimioterapia como tratamiento inicial. La quimioterapia se administra generalmente por un período de tiempo, y se la alterna con períodos sin tratamiento.
- La radioterapia casi no se usa para tratar el cáncer de ovario, en la mayoría de los casos se usa para tratar zonas limitadas que presentan tumor en la pelvis y/o regiones de los ganglios linfãticos que causan dolor y otros síntomas.
¿Qué prueba, procedimiento o tratamiento es mejor para mí?
Esta página fue repasada en 2022-04-15